Nitrógeno hasta la raíz
El nitrógeno es un elemento esencial para la vida, pero como su disponibilidad es limitada se debe reciclar. El compartimento más importante del planeta donde se acumula es la atmósfera (N2). De ahí, unas bacterias especiales, lo introducen en la biosfera a través de un proceso llamado fijación. Una vez allí se transfiere a través de la cadena alimentaria de los vegetales a los animales herbívoros, y de los animales herbívoros a los carnívoros. Cuando todos estos organismos mueren, o través de su excreción, el N vuelve al suelo, y de allí otras bacterias especiales lo devuelven a la atmósfera en un proceso llamado desnitrificación.
Este ciclo se vio alterado cuando a principios del siglo XX el químico alemán Fritz Haber inventó un método para sintetizar amoníaco (NH3) a partir de sus componentes, el N2 y el H2. Gracias a este invento ganó el Nobel en 1919. Actualmente se fijan artificialmente 225 millones de toneladas de amoníaco al año que se utilizan sobre todo para fabricar fertilizantes, lo que ha permitido un crecimiento exponencial de la Humanidad. Desgraciadamente una parte también se destina a la fabricación de explosivos. Además, se tiende a fertilizar en exceso y contaminar los ecosistemas con N en un proceso llamado eutrofización. Los tubos de escape de los coches también contaminan la atmósfera con óxidos de N (NOx).
Dos inventos recientes nos ayudarán a restablecer el equilibrio del ciclo del N: los catalizadores de los coches que eliminan los gases tóxicos y la electrodesnitrificación, un método revolucionario inventado y patentado por la empresa catalana Hydrokemós para eliminar los nitratos del agua transformándolos en el gas atmosférico N2, y evitando la salmuera del método de ósmosis.
Intervienen Josep Maria Gasol, Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), Narcís Homs catedrático Química Inorgánica, UB, Jordi Elias, labrador, Patxi Igual, Pirotecnia Igual, Xavier Querol, IDÆA- CSIC, y Ruth Canicio, Hydrokemós.
Alcaloides y herbivoría
Los alcaloides son moléculas nitrogenadas de origen vegetal derivadas de aminoácidos. Las plantas los segregan para resultar amargos y disuadir a los herbívoros, es decir, los utilizan de defensa química. Un equipo del Departamento de Fisiología Vegetal de la UB, liderado por el ecofisiólogo Sergi Munné-Bosch, ha llevado a cabo un estudio en Montserrat con una planta típicamente mediterránea llamada jara (Cistus albidus), para determinar cómo varían diferentes compuestos químicos en una población expuesta a la herbivoría de la cabra salvaje.
