La historia de la mano
La historia de la mano se remonta al origen de los vertebrados terrestres, hace entre 390 y 340 millones de años. En aquellas épocas, unos peces se aventuraron a colonizar el medio terrestre y surgieron los primeros anfibios. Aquellos animales tenían 6, 7 y hasta 8 dedos en cada pata, pero se acabaron extinguiendo y sólo sobrevivieron anfibios de 5 dedos. En consecuencia, todos sus descendientes presentamos 5 dedos. A lo largo de la evolución, aquella mano de 5 dedos se ha especializado para dar alas a las aves o a los murciélagos, pezuñas a los caballos, garras a los felinos o aletas a los cetáceos. Nuestra mano sirve básicamente para coger, pero también la usamos para contar. El sistema decimal se basa en potencias de 10, como el número de dedos. Para medir también usamos la pulgada y el palmo. Los dedos no contienen músculos y se mueven a través de 5 tendones que los conectan a los músculos de la palma y el antebrazo. La mano es un títere de unos músculos, que, a su vez, son un títere del cerebro.